Engloba todos aquellos tratamientos encaminados a tratarla caries en todas sus fases, desde una caries pequeña a una lesión más extensa que ha destruído gran parte del diente.
El tratamiento de la caries dental se basa en la eliminación del tejido infectado y en la posterior reconstrucción del tejido perdido con biomateriales compatibles.
La Odontología Conservadora tiene como objetivo salvar y conservar en la boca del paciente un diente enfermo o dañado, ya sea por caries, desgaste o traumatismo.
Comprende, por tanto, todos aquellos tratamientos que tratan de evitar la extracción de la pieza dental.
La endodoncia trata la etiología, prevención, diagnóstico y tratamiento de las alteraciones de pulpa (el interior del diente , “su corazón”; el que le da la irrigación sanguínea y sensibilidad) y sus repercusiones a nivel periapical (zona de relación de la raíz del diente con el hueso, vasos sanguíneos y nervios) y, por consiguiente, en el organismo.
El objetivo de la endodoncia, es salvar el diente cuando la pulpa de éste está afectada y, por lo tanto, su función en la boca manteniendo así las estructuras que rodean el diente: hueso, ligamento periodontal y encía sanos.
Con mayor frecuencia, una endodoncia se deberá realizar, en aquellos dientes que presenten una caries muy profunda o hayan sufrido un traumatismo y, con menor frecuencia, por motivos peridondatales; cuando hayan afectado la pulpa del diente causando una inflamación aguda o necrosis “muerte” de ésta.
También podría estar aconsejada la endodoncia en dientes que requieran ser tallados para la posterior colocación de coronas o puentes.
El tratamiento de endodoncia suele ser prácticamente indoloro, ya que a día de hoy se utilizan anestésicos locales muy eficaces y de larga duración. Acabado el tratamiento y pasado el efecto de la anestesia, podría aparecer alguna molestia durante unos días, sobre todo con la masticación, debido a la inflamación postoperatoria de los tejidos que rodean el diente. En estos casos se requeriría una medicación adecuada. (AEDE)
En la mayoría de los casos los tratamientos de endodoncia pueden realizarse en una sola sesión, si bien en algunas ocasiones la situación clínica del paciente, la dificultad técnica del caso, la experiencia del profesional u otros parámetros, pueden hacer necesarias dos o más sesiones, siempre a juicio del profesional que la realiza. (AEDE)